La condena del colonialismo es fundamental para que un país empieze el recorrido de liberación de su pasado, al reconocer su acción como un verdadero crimen.

Sólo a través del pleno reconocimiento de sus propias responsabilidades, por lo tanto con la relativa condena jurídica pertinente, es posible juzgar claramente su propia actuación mirando, de este modo, a su propria historia como un recorrido voluntario y no accidental.

Se abre así la posibilidad de reconciliación con el pasado.

Para más información:

‘Japom’. A 500 años de la Conquista: futuros posibles